jueves, 2 de marzo de 2017

Aprovechando las hojas de la remolacha


Hoy os traigo una receta un poco inusual. El otro día compré unas remolachas con las hojas muy frescas . Normalmente las encuentras ya muy chuchurrias ( las hojas) y me daba pena no sacarles partido. Las lavé muy bien y las guardé secas y escurridas en la nevera. Al final decidí utilizarlas esa misma noche en tortilla y tratarlas como si fueran unas espinacas.



En una sartén con no mucho aceite  freír unos dientes de ajo picados , añadir las hojas cortadas y saltear unos minutos.


Este es el resultado, no tienen que quedar demasiado blanditas.

Añadir las hojas a los  huevos batidos , salpimentar , remover y a la sartén .
Cuando estaba cuajando la tortilla, se me ocurrió añadir unos taquitos de queso. En este caso de un gruyère que tenía en la nevera.

Cuajar la tortilla por los dos lados, más o menos cruda según el gusto de cada uno.


y este es el resultado. 



El aspecto no es muy bonito ya que tiene el tono rojizo que deja siempre la remolacha ( más en este caso que la dejé poco cuajada)  pero el sabor es muy rico, me sorprendió mucho y el queso le va muy bien.
Ya sé que la remolacha es un tubérculo que no tiene término medio , te gusta o la odias.
En las hojas el sabor no es ni mucho menos tan intenso , así que os animo a probar esta tortilla cuando encontréis las hojas muy frescas.

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